La historia de la búsqueda eterna de aquella chispa, la del primer amor auténtico, darse cuenta que por mucho que busques en brazos ajenos nunca lo hallarás y además, sigues torturándote por cómo le traicionaste.
Cuando emprendas tu viaje a Itaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. Ni a los lestrigones ni a los cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás, si no los llevas dentro de tu alma, si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo. Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!- a puertos nunca vistos antes. Detente en los emporios de Fenicia y hazte con hermosas mercancías, nácar y coral, ámbar y ébano y toda suerte de perfumes sensuales, cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. Ve a muchas ciudades egipcias a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Itacas.
¡Tú eres el frascaso de mi matrimonio! "Autestima STOP ha sufrido un ataque preventivo STOP con daños colaterales STOP en la corbata más viejuna...". Según comunicado de ultima hora, el ataque despiadado ha sido contenido "sin piedad" por las fuerzas amadas personales. Chantajistas emocionales de todo el mundo, dejar de utilizar el miedo, la obligación y la culpa. Esa conducta manipuladora está pasada de moda...
Desmemoriado quiero estar, para ser olvidadizo, y desatender lo nuestro, si es que alguna vez hubo algo de eso, me miras bien y te das cuenta de que todo se nos fue a la mierda, el tejado lleno de piedras que nos cubren de distancia, se nos va ya el santo al cielo, por querer ya ni te quiero, si no es así lo omitiremos. Que mala memoria, que mala memoria... te mereces mi consenso, la catastrofe fue inmensa, tu a bailen yo a baifugona, ya no se aceptan mas bromas, tu me hablas de colchones, yo te agobio con canciones, de deseos miserables, de una vida de desastres, sonaran todos los clasicos y un quejido lastimoso, varios puntos de sutura, todos los cliches de una ruptura. Que mala memoria... y ahora compartirmos noches, con el primero que pasa, y abrazamos las cucharas, para ver si alguna encaja, y si trae comida china, el chino del oso panda, de repente se me enfria y el arroz se me atraganta. Yo soy Simon tu Garfunkel, yo soy Simon tu Garfunkel...
Últimamente no paro de vincular cosas, una de ellas es un poema que me ha recordado una canción de Coque Malla que tenia olvidada y que me encanta.
El poema es de María Lado (A Coruña, 1979). Berlín es un libro de poemas de amor y es el nombre del protagonista de la obra que vive un amor imaginado, creado. Hay un 'yo poético' que escribe para Berlín y de esta forma se establece una relación entre el poeta y la ciudad.
01.
Este será tu libro para que tú nunca lo sepas yo inventaré para eso la ciudad, los lugares ocultos, los sitios secretos. crearé el aroma de las camelias, las canciones de los músicos ambulantes, la hierba fresca bajo tus pies ... yo crearé este lugar para un amor que nunca muera, mi pequeño de ojos mágicos, y a ti también. y sólo si atas un globo rojo a mi mano y juras que será el perro que camine a nuestro lado, que será chespir, con sus patitas de goma levitando sobre el suelo, si lo haces, si me lo juras, entonces te crearé a ti también. para que vivas en mi regazo para siempre mi pequeño Berlín
este será tu nombre, porque tendrás un ojo de cada color como la ciudad. y este será tu libro, para que tú nunca lo sepas.
02.
el libro comienza aquí. después vienen las palabras que invente para amar incluso antes de que tú lo supieras. y las barrigas de las letras. allí escondí los paisajes que hicieron crecer mi sonrisa donde tu caminabas entre la gente, sin conocer nuestra historia. y yo hice de estos versos una casa para encontrarnos. y los mejores momentos están escritos en las paredes para que puedas aprenderlos de memoria. ellos serán nuestro idioma. y estas páginas la forma en la que tus dedos viajen a través de mi cuerpo.
03.
conjugué un poema para encontrarte. en el que yo paseaba por la ciudad. buscaba el mejor sitio en el que vernos por vez primera. y prometía llevarle flores, camelias, aunque en realidad era el poema el que te llevaba por su vientre y detenía tus pasos en los sitios concertados para los amantes. que también estaban en el poema, que habla de instantánea que nos devuelven los escaparates, de la hora exacta en la que encienden todas las luces, el cielo de los callejones sin salida. pero sobre todo la sombra de los árboles que atardecen, abrazados yo sabía que estos sitios por las novelas.
así me había inventado los nombres para el color de tus ojos y poco importaba ya la ciudad y toda su arquitectura antigua, porque yo no sé tu nombre real pero seguro que eres tú el que mueve mi pelo con su respiración lo sé porque yo en la terraza del “Rhin”, y tu sonríes desde el último verso.
04.
me invente “bonaval” y nuestra cama estaba llena de flores, así claro que no tenía miedo de los nichos y agradecía que anocheciera entre tus brazos y las estrellas con su canto de grillos quería decirte: delicioso es cómo se escribe tu nombre bajo los árboles.
05.
hago tiempo, en este poema para ver si pasas por el “vilar” a la altura del antiguo casino, terriblemente reformado y traes a chespir en una mano y conjuros para helio escritos en el reverso de la otra. y te quedas quieto en el medio de la sala sonriendo
y yo arrullándote toda la noche con los poemas más bellos
-diría yo.
antes de que tu no dijeras nada.
06.
para ti, mi niño Berlín, para abrigarte busqué entre todas las maravillas los nombres que le daban a los lugares encantados -más hermosos que el más dulce de los poemas y encargue que los tatuaran en su cuerpo de seda y que aprendas a pronunciarlos todo, porque cuando yo me vaya en su murmullo todavía podremos abrazarnos. en las habitaciones donde la brisa se escapa de la ciudad. yo, para tener más intimidad, desearé ser de entre todos, “oliveira” el lugar secreto de “pati”, la más cálida parada. donde los que se aprecian viven las tardes de esponja de las magdalenas.
07.
deja que me acueste entre ti y el cielo. aquí, en el verano de las palabras de este poema y que las brizas de hierba se te peguen en la fibra de cada verso y mientras que pase toda una banda, y charangas con camisas de plata. que monten una fiesta mientras nos amamos. así “alameda” será el espacio de milésimas que la brisa encuentra entre nuestros cuerpos.
08.
pobre pequeño insomne, que se sabe de memoria los cuentos de legumbres y princesas y los nombres de todas las ovejas y por eso lee poemas de amor, para que lo arrullen no ves que no podemos salir? no escuchas la playa debajo de nuestra casa? que por apoyar mi cabeza en tu pecho el mar corrió detrás de la luna para encontrarnos y así, llegó hasta las losas de la ”quintana” donde nos espera cada noche para separarnos y llevarme dentro al sitio del que vengo y pálidas, las horas de “berenguela” acompañan la marea que sólo descansa con el sol del mediodía. así fue el océano en la ciudad -te lo comente. hasta que te quedaste dormido. y golpeaba fuerte en la fuente de los caballos.
09.
tanto desea la ciudad amar a la luna llena que para ella guarda del verano los paisajes serenos, las palabras de brisa que agitan los vestidos de hilo,
y estira las puntas de las antenas y el faro de la torre del reloj y es por eso, que desde de ahí abajo envía fuegos artificiales contra las estrellas.
envidiosa
porque sabe mil veces mil tu nombre borda la noche de besos dorados
y en el lugar donde la luna más engorda, tan grande que casi toca su vientre con las yemas de los dedos, de detiene el firmamento. sólo para los amantes. y mil veces mil, sobre las aduanas de los días de magnolia, tu nombre y entre tus brazos, aquí en el cielo igual que en Berlín.
10.
el día abre de mercería y ultramarinos y nosotros aquí al sol de este poema, en este pequeño pedazo de cielo que recortan las antenas, saludando a los techos rojos de los vecinos y “abastos” que toca al mediodía, con nuestras canciones favoritas. fíjate como desde el cielo sólo sabe ser pequeña la ciudad, que cabe en la bocanada de aire que embaraza las cortinas.
11.
los amigos son los que mejor entienden que algunas veces la ciudad tiene el gesto seductor como el peligro. y madrugadas con dientes afilados rasgan con cuchillas los peores lugares. y que en los días posteriores son muy tristes. que se me olvido sonreír y me sale decirte nada bonito solo otoño.
y entonces, como ellos saben los dolores que se aferran en los refugios vienen a buscarme a casa y nos vamos a la orilla del río, soleada república de nuestro abrazo,
donde chespir remueve las hojas de las higueras golpeando con su cabecita de globo en la calma de la tarde donde el único dolor posible es una dulce molestia, aquí, en la articulación de la mano.
y de esta cuerdita invisible que nos mantiene así, unidos.
12
es la ciudad la que organiza las lluvias con la puntualidad de las coronas en los funerales. las envía para que los semáforos se preñen de paraguas, y las calles del centro subleven su nombre de difunto. De esta manera invoca el más profundo invierno, el primero de nuestras vidas reales aquel que comienza en “obradoiro” con la rabia de todas las mareas.
13.
no lo recuerdas? que tu esperas en la puerta del antiguo cine “avenida” y yo llego tarde, que vengo de no sé dónde, con los bolsillos llenos de regalos envueltos en papel de plata. y antes de cruzar el patio ya nos besamos tanto tiempo
pero cuando tú y yo nos conocimos, el negocio ya había cerrado - dices.
por eso nunca vimos la película.
14.
más allá de “as hortas”
crecen adjetivos preciosos que reservo para tus cartas. pero ahora ya eres mayor y sabes que solamente son palabras, aunque recuerden todos los aromas. incluso así.
y me dijeron que empezaba a repetir los títulos.
ya ves, tanta literatura estropeada por las amantes de maiakowski.
15.
es necesario que sepas de memoria las direcciones exactas de las librerías la disposición de cada estantería los sitios de refugio que regalan los pasillos que conozcas las bibliotecas tal y como estaban con sus calefacciones de constipado, y “fonseca” de bufandas que descansan. pues por ahí empieza, amor nuestro itinerario de caricias.
tanta literatura y nosotros atropellando botones y corchetes.
16.
quería que soñaras viernes y el museo de arte contemporáneo y encontrarnos por casualidad en la cafetería; yo que estaba escribiendo y tú que venias de dar un paseo. quería contarte lo del libro y como se sorprenden las estepas blanca pero nunca terminé el poema.
17.
las avenidas tienen nombres demasiado largos para ser recordados. lo mismo pasa con las calles del centro. son palabras difíciles, esdrújulas. no se parecen nada a arriba beso amor ni sirven para construir una ciudad real.
18.
para evitar el dolor del otoño en tus manos, el las puntas de los dedos, todos los trazos redondos de las letras recuerdan el calor pequeño de las castañas que acarician las manoplas de los estudiantes. de esta manera aunque las esquinas del “toural” corten como alambre la enfermedad nunca podrá alcanzarnos.
19.
tienes que saber, mi niño, del puerto oculto de la ciudad, construido entre la niebla del propio abril para el negocio secreto del té. y que allí amarra el deseo en las noches de borrachera. y que hay una taberna, un lugar que nos conoce como “atlántico” donde las tripulaciones de los barcos fantasma abrigan su corazón de licores. y relatan historias fantásticas de las tierras de los almendros que lo sepas y entre ellos algunos recordará preciosos versos, cartas que nunca enviaron los amantes, escritos en lenguas extranjeras.
20.
algunas veces para no sentirse triste, mi pequeño uno debe creer que las hojas de las camelias besan los cristales del autobús. y que después de las vías y del tren nosotros siempre nos esperamos.
21.
con la única intención de tu sonrisa, la ciudad dentro de este libro. que el relato de su amor puro nos proteja de las catástrofes que me acompañan en cada paso.
22.
y ahora, mi Berlín de miel, que jugamos hasta el último verso sabes la verdad de nuestra historia imaginada;
que nos encontramos por casualidad el 14 de abril del año de la muerte del poeta ruso. durante mi única visita a la ciudad.
que fueran tiempos muy felices. y que nuestro amor creció mucho en cada “compostela”, que me mostrabas.
pero que la temporada terminó sus días y los amantes tuvieron que separarse.
y comencé a escribir en secreto las palabras que yo inventé para amar
e invente que enviabas cartas de almendra, en las que relatabas con pasión las cosas más pequeñas.
y en cada verso, que mantuvimos una estrecha, febril correspondencia.
también que en ese momento, la tristeza ya estaba instalada en el viejo continente y en pocos meses el lugar del que procedo, rodeado.
e inventé que muchas de las cartas no salieron nunca de la isla
o se perdieron en las entrañas de aviones derribados sobre el mar o ardieron en los buzones.
Porque cuando pasó lo de las cartas tuve que inventar que me amabas
para que siempre fuera abril en el final del libro de María.
Divertidísimo concierto de Julio de la Rosa el pasado sábado. La noche se convirtió en una contagiosa exaltación del amor gracias al talento de Julio de la Rosa y su anterior grupo "El hombre burbuja" (la canción "Rey Mugre" fue "espectácular"). Y pese a que todos los asistentes esperaban en la fase final la canción "Las camareras", Julio de la Rosa se saltó el protocolo y cantó antes "El monstruo nunca duerme", su letra y su música hacen de ella, a mi gusto, la mejor canción de Julio.
Tu pelo ardiendo, vi tu pelo ardiendo, y entre el humo una ciudad. "Este es mi sitio", "Tú debes recorrerte el mundo entero". Si me hago daño, te voy a hacer daño, siempre hay una excusa y ahí está. No hay culpables, pero una voz me dice: no has cambiado.
Cada vez que veo que no estás las sirenas, los demonios y el ruido del mar no me dejan dormir en paz, no dejan en paz.
Tu voz en llamas, oí tu voz en llamas y entre el fuego hablabas de viajar en avioneta, piloto yo y vomitas tú el cielo. Tu pelo ardiendo, vi tu pelo ardiendo, y entre el humo una ciudad. Los edificios empiezan a sentir el mismo miedo.
Cada vez que veo que no estás las sirenas, los demonios y el ruido del mar no me dejan dormir en paz, no me dejan ...
El viento que ahora grita lo que no quiero escuchar, agujas en los ojos eres tú en el vendaval, tiritan las ventanas recordando nuestro plan. El monstruo nunca duerme y nunca consigue olvidar y si algo he aprendido lo tendré que practicar. Saldré vivo de esto aunque no quiera hacerlo más.
Nunca había llegado a sus entrañas, yo nunca, nunca yo no. Nunca había llegado a sus entrañas, yo nunca, nunca yo no. Dicen que el monstruo nunca ...
Caín verdaderamente mató o amó... "Palabra de Caín" es una novela de Antonio de la Fuente Arjona que ha cautivado mis espacios temporales de escapismo. Ahí va algunos de sus fragmentos redundantes y laberínticos:
“… ¿Abel o Caín? ¿Tú o yo? No sabría decir quién fue primero, quién dio el inaugural zarpazo ni cuándo. Me resulta imposible adivinar cuándo comenzó el pecado compartido: en qué momento histórico el roce se convirtió en caricia o la palabra se hizo carne…”
“… ¿Qué fue primero: mis manos frías o tu lengua de fuego? Debíamos ser muy niños cuando olvidamos el juego y reconocimos el deseo, porque desde que soy consciente de mi existencia has estado cerca, pegado a mi espalda o a mi vientre, marcándome el ritmo o bailando conmigo…”
“… No tiembla el pulso cuando la punta de la navaja entra en la carne y dibuja en mi hombro derecho una estrella sangrante. Cierro los ojos y contengo el grito, me muerdo el labio allí donde conservo el sabor reciente de tu sexo.
“… El estigma es mi destino. Ya estaba allí, oculto, tú sólo lo sacaste a la luz con la ayuda de una navaja…”
Siempre estoy mirando hacia afuera tratando de mirar adentro. Tratando de decir algo que es verdad. Pero tal vez nada sea verdad de verdad. Excepto lo que hay ahí afuera. Y lo que está fuera siempre está cambiando.
(ROBERT FRANK)
TETRIS "Cuando conseguí que todo lo que había a mi alrededor encajara, me hicieron desaparecer".
MÍNIMO EN COMÚN MÚLTIPLO Tú dijiste amigo o nada yo dije pareja o nada al final en algo estamos de acuerdo: en nada.