I
En los ojos
un cielo
imposible,
un cielo
tan azul,
tan distinto a la palabra
cielo,
que su clara verdad
se me clava
y duele.
II
En la piel
la brisa, la caricia
siempre nueva del aire,
feliz escalofrío
que perdura, temblor
que convoca al temblor.
¡Mira cómo se mueven aquellas hojas!
Palpita en la belleza de lo vivo
el misterio.
En los ojos
un cielo
imposible,
un cielo
tan azul,
tan distinto a la palabra
cielo,
que su clara verdad
se me clava
y duele.
II
En la piel
la brisa, la caricia
siempre nueva del aire,
feliz escalofrío
que perdura, temblor
que convoca al temblor.
¡Mira cómo se mueven aquellas hojas!
Palpita en la belleza de lo vivo
el misterio.
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